lunes, 22 de febrero de 2010

Nuevas luces sobre las variables que determinan los flujos de IED

Preliminarmente tengo las principales conclusiones de mi tesis:
  1. En respuesta a la hipótesis planteada al inicio de la investigación, para una muestra de 18 países que junto con Costa Rica compiten compiten por la atracción de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) de características similares y considerando que todos ofrecen algún tipo de exención de impuestos a las empresas de IED, se rechaza la hipótesis de que la tasa del impuesto sobre la renta sea uno de los determinantes de la IED.
  2. En general, los flujos siguen más un patrón que puede ser bastante bien explicados por el comportamiento maximizador de utilidades de las empresas, lo que abarca dos "dimensiones" simultáneas: la maximización del beneficio y la minimización de costos.
  3. Aunque esperaba que pudiera resultar como un hallazgo novedoso, aunque intuitivamente se puede justificar la inclusión teórica de factores de "riesgo país" al modelo, dicha variable no resulta significativa.
  4. Para dicho análisis se construyó un panel con información información para 18 países, 12 variables y 13 periodos (1996-2008).
  5. Las variables que resultaron significativas para explicar los flujos de IED son:
  • la IED acumulada por país,
  • la capacidad de pago de los mercados a los que puede tener acceso la empresa de IED (tanto el local como los extranjeros),
  • el costo de la mano de obra y
  • la disponibilidad de servicios de logística que permitan el envío de mercancías a los mercados finales.

viernes, 5 de febrero de 2010

No votar no es una opción

¡Vamos a votar!

El Diccionario de la Real Academia Española define "elección" (como verbo) como la "acción y efecto de elegir". El mismo diccionario también indica que es la "libertad para obrar".

Decimos que ir a votar es un derecho y un deber. Generalmente anteponemos el "derecho" por encima del deber, porque nos gusta más verlo como una opción: puedo ir a votar o no.

Si bien nadie nos obliga ni nos castiga por no ir a votar (al menos no con penas de cárcel o multas) la democracia tiene el voto como mecanismo de funcionamiento "a prueba de fallas", incluso de la "falla de los votantes" que aunque decidan no ir a votar, tiene como premisa que elegir a "alguien" es una mejor opción que la anarquía, por lo que si hipotéticamente fuera sólo un votante éste elegiría.

Esto quiere decir que a la democracia "no le importa mi voto" si yo decido no votar. Por el contrario, toma muy en cuenta mi voto si acudo a las urnas.

En las papeletas hay una serie de opciones alternativas, entre las cuales "no votar" no se encuentra.

Acto racional. Votar es un acto racional pues difícilmente se puede pensar que "otros" conozcan mejor mis propios gustos y preferencias.

Si yo no escojo "otros" lo harán por mi y en ese caso, más que en ningún otro, existe menos derecho de quejarse.

Además, las elecciones se financian con los impuestos que todos pagamos y al día de las elecciones ya se han destinado una serie de recursos para garantizar que cada elector pueda sufragar. No acudir a votar es tirar ese dinero a la basura igual que el despilfarro y desperdicio de recursos públicos que tanto criticamos a quienes ocupan cargos en el gobierno.

A votar. Este domingo 7 de febrero vamos todos a votar por Costa Rica. Motive a sus vecinos y familiares. No escoja "lo que sea" no yendo a votar. Y si su disgusto es porque ninguna de las opciones le satisface piense proactivamente qué puede proponer para que la próxima vez lleguen candidatos más idóneos o dedíquese a seguir eligiendo al "menos malo".