Regular el precio de las medicinas solo consolida los oligopolios en perjuicio del consumidor
ROGELIO PARDO
Exministro de Salud
La Dra. Gabriela Arguedas R. ( Foro , 24/10/09), farmacéutica, arguye varios temas que, según ella, inciden en el precio de los medicamentos, a raíz de una demanda impuesta a la farmacia La Bomba por atreverse a vender medicamentos más baratos que la competencia, beneficiando al consumidor. Señala que los medicamentos no pueden considerarse un bien que se rige por las mismas normas del comercio.
Señala, además, que el Ministerio Economía, Industria y Comercio estudia volver por medio de regulaciones a fijar el precio de los medicamentos. Grave error sobre camino ya recorrido. Se equivoca al decir que en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, en donde yo fui Ministro de Salud, eliminamos los controles que regulaban el precio de las medicinas, honra que nos cabe compartir con el gobierno de José María Figueres, que eliminó el truco de la triangulación en la compra de medicamentos que permitía con facilidad sobrefacturar el precio, y así el precio fijado para el consumidor.
Esta fijación de precios representó un asalto al bolsillo de los consumidores costarricenses, que pagamos los precios más altos de Centroamérica y de otros países por años. En nuestra guardia, el precio de los medicamentos no solo no aumentó, sino que logramos descensos importantes y todo simplemente abriendo a la competencia y eliminando distorsiones y regulaciones sencillas de engañar. En nuestro gobierno abrimos a la competencia el precio de las farmacias, mediante información al público y apoyo de muchas farmacias que al vender más barato lograron un mayor volumen de ventas. Intentamos romper la influencia del cartel (Fedefarma) de fabricantes en Centroamérica y otros países, que se oponían a que existiera una apertura que favoreciera la importación paralela de medicamentos, de países reconocidos, como EE. UU., Unión Europea, Japón, Israel, países en donde los mismos productos que las transnacionales nos vendían a precios elevados, pudiesen ser adquiridos a precios menores y con controles de calidad excelente.
Las regulaciones que tanto gustan a algunos solo hacen que los oligopolios se consoliden en perjuicio del consumidor. Lo que se necesita es una mayor apertura y un estímulo a la competencia, con la eliminación de privilegios. Tiene razón la Dra. Arguedas en decir que el Estado está en la obligación de garantizar la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos, pero se le olvida mencionar que también está en la obligación de promover la competencia y la apertura para que los costarricenses tengan acceso a buenos medicamentos y de un precio justo, basado en principios de mayor apertura y competencia y eliminación de proteccionismo a los pocos oligopolios, pero poderosos, que son dueños del mercado.
Como ejemplo de lo señalado, presento lo sucedido con el precio de la vacuna contra el papiloma humano pues cuando no había competencia el precio subió de ¢63.000 a ¢128.000 en pocos meses, pero cuando apareció la competencia bajó a ¢63.000. Los medicamentos obedecen también a las reglas del mercado, y por lo tanto, los factores que inciden en ellos tienen impacto en la salud pública. El Gobierno anterior no lo consideró así, pues abandonó todo lo logrado y el resultado esta a la vista, pues el precio de las medicinas se alejó del bolsillo de muchos costarricenses que las necesitan para recuperar su salud.
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/octubre/28/opinion2138529.html
