Costa Rica se merece tener una mujer presidenta. No lo digo sólo por Laura Chinchilla ni creo que la condición de mujer implique, de ninguna forma, una característica que implique merecimiento para ocupar un cargo. De hecho, estoy en total desacuerdo con la imposición de participaciones mínimas de género en la política o consideraciones similares en el ámbito privado.
Simplemente, las mujeres costarricenses han demostrado ya y desde hace mucho tiempo su capacidad, su potencial y valor. Es tan absurdo incluir a las mujeres en un comité sólo por el hecho de que "falten mujeres" como obviarlas y no incluirlas a pesar de la valía de sus aportes.
Nuestro último intento por dar continuidad a una idea de gobierno fue con la elección de don Abel Pacheco y fue una mala experiencia pues aunque se dio continuidad al partido en el poder, no se dio continuidad a sus ideas de gobierno.
Esperemos que doña Laura sepa realmente retomar lo bueno de la Administración Arias Sánchez y mejore los aspectos en los que se ha tenido desempeño deficiente.

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